Helado para la playa

17 julio 2023

El helado es atemporal, y ya estamos acostumbrados a comerlo todo el año. Sin embargo, el verano sigue siendo su estación por excelencia. El calor sofocante evoca imágenes de cucuruchos y polos de colores, la idea de disfrutarlos nos asalta despiadadamente mientras el jefe nos atosiga con sus exigencias prevacacionales y los niños nos incordian sobre la playa a la que los llevaremos.

Lo maravilloso es que en este momento de la historia tenemos una variedad realmente ilimitada de la cual elegir. Ya hemos visto cómo y por qué los helados le ganan a los helados artesanales y el boom de las galletas heladas de este año que se han convertido en una auténtica tendencia para el verano de 2023.

Pero, al final, es justamente en la playa donde comer un buen helado es la elección más sabia.

gelati da spiaggia da gustare contro il caldo

En primer lugar, por su comodidad: puedes adquirirlos cómodamente en el chiringuito de al lado. Claro que la cosa se complica un poco si te decides por unas vacaciones a lo Crusoe… Pero en ese caso, lo último que echarás de menos serán los helados.

Son bajos en calorías: en promedio, un polo aporta unas 70 calorías, e incluso baja a unas 60 si optamos por el de limón o naranja. Si elegimos el cucurucho, unas pocas calorías más supondrán una amenaza para nuestra prueba del bañador: el cucurucho clásico de flor de leche y cacao tendrá unas 230 calorías, pero a cambio se obtiene una excelente combinación de proteínas y azúcares, grasas y agua energéticas y saciante. El cacao, por su parte, rico en teobromina, cafeína y magnesio, ayuda a contrarrestar los efectos del bochorno veraniego, que siempre será mejor que esas papas bravas o el bocadillo de jamón serrano, cosas digeribles que pudiera poner a cualquier bañista en riesgo de congestión.

El IGI, Istituto del Gelato Italiano, también sugiere sustituir la comida en la playa por un helado «de cucurucho, barquillo o galleta: un alimento que contiene muchos nutrientes importantes, como hidratos de carbono complejos, proteínas y grasas«. Según sus estudios, entre los más consumidos en los chiringuitos están «los formatos más prácticos y nutritivos, como el helado en palito (recubierto de chocolate o no), helado con barquillo, la galleta helada y los diversos tarritos y copas, así como los sorbetes, polos y pralinés”.

Y para los que ya hemos vivido varios veranos, nuestra LAIeF-pedia nos recuerda las maravillas de los años 70/80 que nuestros padres usaban a menudo como chantaje para sacarnos del agua arrugados como pasas. ¿Recuerdas el legendario Paiper de Algida, el helado del nuevo mundo en un cilindro de plástico, anunciado por una jovencísima Patty Pravo? ¿Y el Razzo della Motta, de Motta, con su envoltorio de plástico rígido en forma de misil y su goma elástica para que, después de comerlo, pudieras intentar tu propia misión espacial personal? También de Motta eran el Mottarello que nutre y refresca, y la Copa de Campeones mitad nata, mitad chocolate. ¿Y los helados Fiordifragola y Lemarancio con corazón de nata de Eldorado? Suyos fueron también el primer Twister y el glorioso Calippo, que venía en versión fizz

Una grata sumersión al pasado, definitivamente. Y con este calor, sumergirse con un chapuzón es justo lo que se necesita. En LAIeF llevamos desde 1980 diseñando y construyendo maquinaria para la producción industrial de helado en barra, éste es nuestro mundo, que compartimos siempre contigo porque tú formas parte de él, como cliente y como usuario.

Así que lancémonos. Quizás con un buen heladito antes, el que sea, mientras sea helado.

Nuestra LAIeF-pedia también se va a tomar un merecido helado. Y recuerda, para cualquier información, curiosidad o consejo, contáctanos directamente.

¡Que disfrutes de tu chapuzón!

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